Sin duda esta sería una de las grandes ventajas de tener las pestañas mas largas del mundo, que podría dar los besos de mariposa mas grandes del mundo. Y los besos, estaréis de acuerdo conmigo, son de las cosas mas agradables que nos pueden ocurrir, por supuesto dependiendo de quien provengan o a quien se den, y el tipo de beso, claro está. Hagamos un repaso…
Están los besos de las películas hollywoodienses de los años 60 y 70. En estos besos siempre se intuía un adiós definitivo, un amor imposible o una lucha encarnizada contra los elementos para conseguir dar ese beso. Nos digo que estos ósculos no sepan ricos, pero personalmente me gustan con un puntito menos de dramatismo.
Otro tipo de besos son los que yo denomino beso de acontecimiento deportivo o de gordo de la lotería. Son besos sonoros y poco reflexivos que se dan al primero que tienes al lado independientemente del tipo de relación que tienes con el, o de si lo conoces o no. Estos están bien porque implican una alegría añadida y solo hay que tener precaución de que el señor que se siente a tu lado en el estadio no sea un hoolligan del equipo contrario.
Unos que personalmente me encantan son los besos de abuelita o besos metralleta. Nunca he sabido su secreto para soltar besos a diestro y siniestro con semejante rapidez! Son besos cargados de cariñito y el único problema que pueden implicar es si se mide mal la distancia y uno de estos cae en un oído. Piiiiiiiiiiiiiii, que linda mi abuela….
Luego están los besos Sarkozy-Merkel, que son los de #notepuedodecirquenoperoqueascazo!!!. Seguro que alguna vez os ha tocado uno de estos.
Y unos besos que siempre me han llamado la atención son los de “mírame y no me toques”. Son esos besos que, en unas ocasiones por el exceso de maquillaje en cara y labios, y otras por exceso de escrúpulos de la persona que los da, acaban siendo besos dirigidos al tendido. A izquierda y derecha, un “mua mua” rítmico, acompasado y carente de sentimientos. Pues mira bonita, si no te apetecía besarme o si corría el riesgo de quedarme incrustada en tu maquillaje aplicado con estuco, también nos podemos chocar las manos estilo jugador de baloncesto y ya está. Osea, de verdad…
Ojo, que en el lado opuesto están los que se dan de verdad, los que suenan como una pedrada en una puerta de chapa, los que te los llevas puestos y no te los quitas en una semana. Son besos de construcción masiva. Son de esos besos que dan ganas de meter en un frasco para cuando falten.
Y para terminar unos que a mi me gustan mucho por lo sutil son los besos de mariposa. Son besos cargados de complicidad en los que hay que estar muy cerquita, y en los que la boca solo sirve para portar una enorme sonrisa. Consisten en acercar tu cara a la de la otra persona y mover las pestañas como si quisiéramos hacerle cosquillas con ellas. Lo mejor de estos besos es que en respuesta siempre reciben como mínimo otra sonrisa, y cuanto mas se noten, mejor. Por eso mi recomendación si queréis dar muchos de estos besos es que antes os pongas unas extensiones de pestañas largas y bonitas. que es la mejor manera de tener las pestañas más largas.
Si queréis saber mas acerca de las extensiones de pestañas también podéis leer mi post “Mil y una manera de hacer crecer las pestañas”.
Os espero en Twiggy. Besitos a diestro y siniestro.